Ahora puedes escuchar emisoras FM de Madrid por Internet con mi sintonizador
(Artículo en desarrollo)
Hace algunos meses un amigo me habló del proyecto FM-DX Webserver promovido por FMDX. Se trata de un sintonizador de FM conectado a internet y abierto al público. Hay una red de más de cerca de 300 webservers por todo el mundo, que permiten a cualquier radioaficionado hacer zapping o escuchar emisoras de FM de otras ciudades.
Para quienes no conozcáis la asociación, FMDX.org es una comunidad mundial de diexistas, amantes de la radio de todo el planeta que disfrutan escuchando señales de FM lejanas y compartiendo la experiencia con otros radioaficionados.
Gracias a Internet, ya no es necesario subir a una montaña por la noche a escuchar emisoras lejanas, porque podemos utilizar la radio de uno de estos aficionados y comprobar cómo suenan las emisoras en FM en otras partes del mundo.
Al grano: ¿cómo escuchar FM por internet?
Como probablemente hayas llegado aquí con la intención de escuchar mi sintonizador y todo lo que te cuente te da igual, te dejo directamente el enlace.
¡Pero espera! Antes de que entres, sólo te pido una cosa. En la parte superior, verás un indicador con el número de usuarios conectados. Si hay alguien conectado y está escuchando la radio, no le cambies la frecuencia. Si ves que estás solo, puedes sintonizar lo que te apetezca o hacer zapping.
Sintoniza ya mi FM-DX Webserver de Madrid
En ocasiones me conecto para escuchar algún programa y tengo por costumbre bloquear momentáneamente el sintonizador. Eso sí, te puedes quedar a escuchar la radio conmigo.
¿Es un directorio de radios online?
No, no lo es. El FM-DX Webserver que he puesto públicamente, a disposición de mis usuarios, es un sintonizador de radio TEF-6686 conectado a internet. Cuando accedes, lo que estás escuchando es la propia radio: el dial, el espectro de Madrid. Da igual como quieras llamarlo. No estoy repitiendo la señal por streaming de la Cadena SER, de Radio Nacional o de Hit FM. Estarás escuchando la emisión en FM real, como si te pararas en Madrid y pusieras una radio portátil o la del coche.
Diexismo y el fetichismo del sonido de FM
A lo largo de los años que he ido conociendo el mundo de la radio, mucho antes de trabajar en ella, he conocido a muchísimos aficionados con unos conocimientos que me superan: me hablaban acerca de antenas, sistemas radiantes, la propagación de las ondas hertzianas… No es mi caso. Yo no soy un radioaficionado nivel avanzado. Pero desde bien pequeño me gusta escuchar emisoras comerciales de FM. No indagar en las bandas en busca de retransmisiones de aeropuertos, emergencias, radioaficionados…
Eso sí, cada vez que me bajo de un avión, lo primero que hago es sacar mi radio de bolsillo para saber cómo suena la radio en el lugar al que viajo. Escuchar las sintonías, la cadencia y el estilo de los informativos, cómo presentan las canciones en la radio musical… Pero, por encima de todo, me gusta fijarme en el sonido. Me parece que el sonido de la radio es una muestra más de cómo es una sociedad.
Me gusta analizar el sonido de la FM, sobre todo de la radio musical. Considero que, a día de hoy, las señales online de las cadenas comerciales en España no se configuran con el mismo esmero que los dispositivos Orban y Omnia que dan empaque y forma al sonido de aire de las grandes cadenas nacionales. A diferencia de las FM, el sonido online, por streaming, no tiene ni de lejos la misma textura, fuerza y color que las emisoras que suenan por aire. El sonido de una emisora es más que una ecualización: es una firma, una declaración de intenciones. No es casual que una emisora de música dance tenga una fuerza y una pegada muy pronunciadas, con una ecualización más abierta y una compresión firme, mientras que una emisora de olides suene más natural.
¿Por qué? Pienso que porque, probablemente, las emisoras llegaron a Internet con una filosofía diferente a la de la radio tradicional. La guerra por tener el sonido más alto del dial ha perdido su razón de ser en digital, y cada producto busca la diferenciación mediante otros parámetros alejados a los del sonido.
Y esto es, amigos y amigas, el motivo por el que decidí comprarme un cacharro de estos y montar un servidor en casa para poder escuchar directamente la FM en los altavoces de mi estudio y disfrutar de la radio sin salir del ordenador.
Cómo funciona el FM-DX Webserver
O, dicho de otra manera: ¿cómo narices es posible ajustar remotamente un sintonizador de FM virtual —y real— y escuchar lo que suena por las ondas a través de internet?
La magia la hacen una mezcla de hardware y software. Esto es lo que usa mi FM-DX Webserver de Madrid:
- Un sintonizador TEF-6686. Se trata de un sintonizador que no se fabrica en serie. Está hecho con piezas que se pueden adquirir en mayoristas, con el potentísimo chip TEF-6686 como corazón del trasto, y cuenta con el firmware de código abierto desarrollado por FMDX. En mi caso, compré uno a Juan, un radioaficionado cordobés por Wallapop.
- Una Raspberry Pi 4 normalita: sin mucho lerele. Es la que ejecuta el software y servidor FM-DX Webserver, escrito en Node.JS. Se conecta la radio por USB.
- Una tarjeta de sonido con entrada de línea estéreo por USB, plug and play, que sea compatible con ALSA (no los autobuses, sino el sistema de sonido de Linux) y que tenga una calidad decentilla. En mi caso, utilizo un iMic USB System de Griffin. Vaya, una tarjeta de sonido USB que tiene cerca de 20 años y que usé con mi primer Mac mini. Lo bueno que tiene es que filtra bien y no capta ruidos ni interferencias de la alimentación. Sí, ya no se fabrican cosas duraderas y buenas como las de antes.
Al contrario de lo que pensaba al principio, el software del FM-DX Webserver no demodula MPX al recibirlo en el navegador, sino que hace streaming directo en MP3 desde la salida de auriculares del receptor TEF-6686. Para una mejor experiencia, lo he puesto en 320 kbps. Nadie te da más.
De hecho, tuve una incidencia. Durante unos días, tuve el trasto sacando salida MPX pura, también llamada banda base, por los auriculares. Lo solventé y logré encontrar la opción del menú adecuada, para que la salida fuera la habitual L/R y que el cable minijack de 3,5 mm conectado a la tarjeta de sonido USB recibiera sonido estéreo.
